Ese era su dilema en esa noche rara. Le urgía encontrar la imagen que era. Realizó una minuciosa inspección moral. Rriú era más grande, nunca se volvían a encontrar. Desconociendo cómo llegó allí, debía lograr. Se trataba pues de sí.
Abriéndose a la verdad [de sí] azul tras azul regalando su intensidad, partiendo su amor, hinchándose. Y la otra incorruptible, firme. Pedregoso, herrumbrado, trémulo, pisaban sus pies. Claro, la ilusión del espejo. En lugar de en vivo. Sutil presencia, que todavía no había ocurrido. Nunca habrá un final.
domingo, 14 de octubre de 2007
lunes, 8 de octubre de 2007
ayer me dijo un ave
que volara
por donde no hay ardor
que el sufrimiento no resusita en sueños
y en rezos nunca murió
que saque el aire de mis ojos
que abrace el miedo con tus sueños
que sea un guerrero de sangre
para que nadie te haga daño
ayer me dijo un ave que volara
hasta desintegrarme
que la distancia no es cansancio
es fuerza, eres tú
que saque el aire de mis ojos
que abrace el miedo con tus sueños
que sea un guerrero de sangre
para que nadie te haga daño
*caifanes
por donde no hay ardor
que el sufrimiento no resusita en sueños
y en rezos nunca murió
que saque el aire de mis ojos
que abrace el miedo con tus sueños
que sea un guerrero de sangre
para que nadie te haga daño
ayer me dijo un ave que volara
hasta desintegrarme
que la distancia no es cansancio
es fuerza, eres tú
que saque el aire de mis ojos
que abrace el miedo con tus sueños
que sea un guerrero de sangre
para que nadie te haga daño
*caifanes
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